Todo lo que debes saber sobre el dolor

Tratamiento dolor

Experimentar dolor en el cuerpo, puede generar un impacto en tu rutina diaria. Alrededor de dos tercios de las personas que dicen estar con dolor, éste les impide disfrutar de su día a día. Conoce de primera mano qué es el dolor, los tipos de dolor que hay y sus tratamientos.

 

¿Qué es el dolor?

El dolor es una sensación molesta que limita la habilidad y la capacidad de las personas para realizar actividades cotidianas. Actúa como una señal inicial de advertencia de que algo no funciona bien en el organismo. La definición de dolor más aceptada en la actualidad es la de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor: “es una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada a un daño tisular, real o potencial, o descrita en términos de dicho daño”.

 

Clasificación del dolor

  1. Según su duración:
    • Agudo: El dolor agudo es la respuesta fisiológica normal y predecible a un estímulo nocivo (doloroso). Está claramente localizado y su intensidad se correlaciona con el estímulo. Un ejemplo de dolor agudo, es el que sentimos cuando nos pinchamos con una aguja. La tendencia natural del organismo es retirar la mano, es este dolor el que señaliza que algo malo ocurre y el organismo reacciona. A diferencia del dolor crónico, el dolor agudo es de duración limitada y remite cuando la lesión desaparece o se cura. El dolor agudo tiene una función de aviso protectora: indica que se ha producido una lesión e impide que dicha lesión se agrave desencadenando reacciones para evitarlo.
    • Crónico: El dolor crónico es diferente. Puede durar semanas, meses o incluso años. La causa original puede haber sido una lesión o infección. Puede haber una causa continua de dolor por enfermedad, como artritis, cáncer o diabetes o incluso por una lesión no resuelta: hernia discal, rotura de ligamentos o huesos. También juegan un papel fundamental los factores psicológicos o emocionales, que habitualmente intensifican el dolor primario producido por algunos trastornos como: cefalea crónica, fibromialgia, etc.
  2. Según su patogenia:
    • Neuropático: Está producido por estímulo directo del sistema nervioso central o por la lesión de vías nerviosas periféricas. Se describe como punzante, quemante, acompañado de parestesias (sensaciones anormales como calambres, frío o calor) y disestesias (exageración o disminución de una sensación dolorosa), hiperalgesia (incremento de la sensibilidad al dolor), hiperestesia y alodinia (percepción dolorosa de un estímulo no doloroso). Son ejemplos de dolor neuropático la plexopatía braquial o lumbo-sacra post-irradiación, la neuropatía periférica post-quimioterapia y/o post-radioterapia y la compresión medular
    • Nociceptivo: Este tipo de dolor es el más frecuente, el ocasionado por un estímulo doloroso sobre los nociceptores y se divide en somático y visceral que detallaremos a continuación.
    • Psicogénico: Interviene el ambiente psico-social que rodea al individuo. Es típica la necesidad de un aumento constante de las dosis de analgésicos con escasa eficacia.
  3. Según su localización:
    • Somático: Se produce por la excitación anormal de nociceptores somáticos superficiales o profundos (piel, tejido musculoesquelético, vasos, etc). Es un dolor localizado, punzante y que se irradia siguiendo trayectos nerviosos. El más frecuente es el dolor óseo producido por metástasis óseas. El tratamiento debe incluir un antiinflamatorio no esteroideo (AINE).
    • Visceral: produce por la excitación anormal de nocioceptores viscerales. Este dolor se localiza mal, es continuo y profundo. Asimismo, puede irradiarse a zonas alejadas al lugar donde se originó. Frecuentemente se acompaña de síntomas neurovegetativos. Son ejemplos de dolor visceral los dolores de tipo cólico, metástasis hepáticas y cáncer pancreático. Este dolor responde bien al tratamiento con opioides.

 

Objetivo de la división de dolor en Cardiva

El porfolio de esta división engloba todos aquellos productos disponibles para abordar el tratamiento del dolor desde un punto de vista mínimamente intervencionista. En éste encontramos aquellos dispositivos que Cardiva puede ofrecer a los profesionales sanitarios para la realización de las técnicas más habituales para el tratamiento del dolor.

El objetivo de la División es suplir con una variada gama de dispositivos, equipos y material fungible a las Unidades del Dolor, generalmente dependientes de los Servicios de Anestesia, para que se puedan llevar a cabo desde los tratamientos clásicos que se realizan en una Unidad del Dolor, hasta los tratamientos más innovadores.

 

Tratamiento del dolor

El tratamiento del dolor consiste en el conjunto de medios de cualquier clase (higiénicos, farmacológicos, quirúrgicos y/o físicos) cuya finalidad es la curación o el alivio (paliación) de este síntoma. Su importancia radica en el hecho de que el dolor es uno de los trastornos que más afecta y preocupa a las personas y es el síntoma acompañante que con mayor frecuencia motiva una consulta médica.

Por regla general, el dolor agudo se manifiesta de repente e indica que el organismo ha sufrido una lesión. Una vez que la lesión se cura, el dolor debería desaparecer. El dolor crónico es más duradero que el agudo, y en ocasiones no responde a los tratamientos convencionales. Habitualmente se asocia a enfermedades crónicas, al contrario de lo que sucede con el dolor agudo, el dolor crónico suele estar relacionado con disfunciones o enfermedades persistentes. La variedad de tratamientos para el dolor es muy amplia debido a todos los factores que intervienen en cada caso.

Antes de recurrir a un medicamento sin receta para aliviar el dolor, como geles por vía tópica o comprimidos, es recomendable entender por qué se produce el dolor y cuál es la mejor manera de manejarlo. En caso de duda, consulta a tu médico o farmacéutico. Debemos tener en cuenta que sólo un médico puede hacer un diagnóstico objetivo sobre tu dolor, y que no todos los dolores pueden tratarse con medicamentos sin receta.