Los balones de scoring son útiles en un escenario clínico nuevo

José Valencia explica la indicación que de esta herramienta para facilitar la trombectomía en una angioplastia primaria

 

El facultativo José Valencia Martín, médico adjunto de la Unidad de Hemodinámica y Cardiología intervencionista del Hospital General Universitario de Alicante, ha mostrado a través del case report ‘Nueva indicación del balón de scoring Angiosculpt: facilitación de trombectomía durante antioplastia primaria’ cómo esta nueva herramienta resulta muy efectiva para casos seleccionados de lesiones coronarias con gran carga trombótica asociada. 

¿En qué consiste el balón de scoring angiosculpt?
 

Se trata de un balón de angioplastia coronaria semi-compliante, de los denominados de scoring o marcaje; esto es, un tipo de balón de corte que consigue una fractura de la placa de ateroma gracias a unos filamentos de nitinol que recorren la superficie del balón de manera helicoidal. Esto permite una mayor fuerza de cizalladura, con una dilatación homogénea a lo largo del balón, mientras impide que el mismo resbale cuando es inflado en placas lisas como las restenóticas; lo que llamamos nosotros el efecto ‘pepita de melón’.
 
¿Cuáles son sus principales indicaciones?

En general, todas derivan de su función principal, que es la de la preparación de placa previa al implante del stent. Los escenarios donde mayoritariamente son utilizados son las lesiones calcificadas, las restenosis intra-stent, las bifurcaciones y las lesiones ostiales.

¿Este tipo de lesiones son frecuentes?

Bastante frecuentes, sí.

¿Qué características tenía el paciente de este ‘case report’ para que se decantasen por realizarle una tromboaspiración?
 

Se trataba de un síndrome coronario agudo con elevación de ST, lo que llamamos ‘Scacest’, en este caso evolucionado, pero que persistía el dolor y el ST elevado. Por eso, se activó el código infarto. Lo que nos encontramos en la angiografía fue una oclusión aguda de la coronaria derecha media, con un gran trombo angiográficamente visible en la escopia. Y también presentaba cierta tortuosidad, aunque aparentemente no muy llamativa, a nivel de la placa. Eso me decantó por la utilización del trombo extractor para evitar que se produjera una embolización distal. Y el problema que encontré, principalmente, era que no conseguía avanzar el catéter a través de la lesión y cruzarla, para conseguir así conseguir la aspiración del trombo.

¿Hasta qué punto fue determinante la utilización del balón de scoring en la intervención?

Absolutamente determinante, dado que no fue la primera opción que planteé. Lo primero que intenté fue, primero, dilatar con un balón de angioplastia tradicional, sin resultado. Con ello no conseguí nada. Luego lo intenté con un balón semiconteante de alta presión, realizando inflados repetidos para conseguir la mayor dilatación posible de la lesión, también sin éxito. Incluso utilicé una tercera vía que fue cambiar el sistema de tromboextración por uno que existe que tiene un fiador interno que le da mayor soporte al sistema, de nuevo fracaso.

Fue únicamente cuando utilicé el balón de scoring Angiosculpt, de 3 por 15 milímetros, tras el primer inflado logré ya cruzar la lesión con el trombo extractor. Con ello conseguí finalmente sacar un gran trombo que estaba muy organizado y que se encontraba dentro de la coronaria.

¿Cuál es la repercusión de este ‘case report’?

Considero que el presente caso tiene interés ya que muestra la utilidad de los balones de scoring para la facilitación de la tromboextracción cuando esta no es posible por la inadecuada preparación de la lesión. Se trata de la utilidad de los balones de scoring en un escenario clínico nuevo. 

¿En qué otros pacientes creen que sería indicado utilizar este procedimiento?

En general, en aquellos en los que resulte imposible el avance del catéter de extracción por tortuosidad o por dureza de la placa responsable del cuadro.

 

Fuente: Redacción Médica